Las familias de la provincia podrían tener en breve la posibilidad, como los Príncipes de Asturias, de preservar células madre de sus bebés en previsión de enfermedades

Carlos Gil

Una empresa está dispuesta a prestar el servicio de congelación de cordones umbilicales a los padres zamoranos interesados, por lo que el método utilizado por los Príncipes de Asturias podría estar disponible para los progenitores que utilicen el paritorio del hospital Virgen de la Concha. El jefe del servicio de Ginecología, José Luis Castaño Almendral, indicó que esta misma semana él, y seguramente otros compañeros, han recibido la visita del representante de una empresa que se dedica a la congelación de cordones umbilicales, interesados en aplicar su sistema en el centro hospitalario zamorano. Al parecer, y según la información disponible tras el único contacto inicial mantenido con el representante, serían los propios padres interesados los que se pondrían de acuerdo con la empresa para este servicio. Esta se encarga de todo, desde la recogida del cordón umbilical hasta el transporte y el mantenimiento de este órgano a 197 grados bajo cero durante un periodo de entre 20 y 25 años. El coste inicial del servicio asciende a 1.200 euros. El banco de cordones umbilicales está situado en Portugal.
A la espera de que se concrete esta posibilidad, los ginecólogos zamoranos aseguran que no han tenido hasta ahora ninguna petición de un padre o una madre interesados en conservar bajo cero el cordón umbilical. «Normalmente lo que hacemos es tirarlo, junto con la placenta. Anteriormente esta última le interesaba a los fabricantes de cosméticos, que daban a cambio una pequeña cantidad al hospital, pero ahora creo que ya no les interesa», relata el ginecólogo. La única utilidad del cordón es sacar un poco de sangre para una prueba de PH. En caso de concretarse la oferta del banco portugués los profesionales sanitarios tan sólo tendrían que depositar el cordón en los contenedores adecuados para su transporte.
Don Felipe y doña Leticia, pues, ya están empezando a mover el mercado con su llamativa decisión de conservar congelado el cordón umbilical de la infanta Leonor. El motivo son las perspectivas de curación futura que las células madre parecen tener frente a gran número de enfermedades, sobre todo genéticas. Dicho de forma simple, se trata de contar con un tipo de células capaces de regenerarse en otro tejido, bien sean islotes pancreáticos que resuelvan a los diabéticos la producción de insulina, músculos del corazón que permitan superar enfermedades cardiacas o nuevas formaciones que acaben con el Parkinson. El médico de la Asociación de Diabéticos de Zamora, Francisco Javier Ortega admite que toda esta serie de posibilidades están abiertas, e incluso están experimentadas en animales, pero su concreción práctica para los enfermos nova a ser de hoy para mañana. «Yo creo que al menos tardaremos cinco años en conseguir resultados». En el caso de los Príncipes de Asturias, Ortega cree que han podido ser los antecedentes familiares de hemofilia los que hayan aconsejado recurrir a esta práctica.
En España se ha avanzado algo en este terreno, pero todavía no se han levantado todas las prohibiciones, sin duda a los reparos que existen con respecto a que este tipo de experimentación pueda llevar a la clonación de seres vivos y más concretamente de humanos. Algo se va consiguiendo, como la posibilidad abierta por la nueva ley de reproducción asistida para que los embriones desechados de los procesos de fecundación artificial puedan aprovecharse para fines científicos.

Regenerar los tejidos para tratar distintos males
«Si una lagartija pierde la cola, le vuelve a crecer». De lo que se trata con las células madre es de construir nuevos tejidos basándose en este tipo especial de células indiferenciadas que tienen la capacidad de dividirse indefinidamente sin perder sus propiedades, y que pueden producir células especializadas. Las posibilidades que abre su utilización en la curación de enfermedades es considerable. De hecho, hospitales españoles ya han logrado curar corazones infartados implantando en el tejido cardiaco células del propio paciente. El cordón umbilical contiene estas células madre, capaces de regenerar los principales componentes de la sangre, la médula ósea, el sistema inmunológico y regenerar otras células vitales para el organismo, como neuronas, cardiacas, hepáticas o del páncreas.
Según estudios efectuados, las células madre se reproducen, por ejemplo, formando nuevas células en la médula ósea, sin riesgo de ser rechazadas por el organismo cuando se utilizan en la misma persona. Un efecto similar se produce cuando se emplean en otra persona compatible. Leucemias, linfomas, mielomas, neuroblastomas, anemia aplástica , trastornos hematológicos heredados y ciertas enfermedades inmunológicas pueden verse beneficiados por la utilización de las células madre de los cordones umbilicales.



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